Enrile
Hay que ponerse en situación. Barrio de Los Remedios, entre el Real de la Feria y el Guadalquivir. En esa parte de Sevilla está ubicada esta tienda-taller del cuero donde, con mucha técnica y mimo, con inmensa paciencia y atención al detalle, se fabrican diferentes artículos de este noble material.
Zapatos o juegos de mesa, cinturones o carteras. Una controlada variedad de olores, grosores y colores, cuya importancia reside en que cada puntada, cada picado o cada brillo del encerado lleva un sello de humanidad y de aliento artesanal que le otorgan las personas del delantal, esas que pasan horas sentadas realizando dichas piezas y por lo que éstas adquieren el valor que les corresponde.
En esta ocasión, el sevillano Antonio García Enrile, artesano vocacional y fundador de este proyecto hace casi treinta años, nos explica más sobre su vida y su taller:
Hola Antonio. ¿Cómo empezaste en el oficio?
Todo comenzó como una afición. Recuerdo ir acompañado por mi padre a comprar retales de ternera al almacén “Casa Parreño” en la C/ Zaragoza, apenas tendría unos catorce o quince años. Al principio fueron pulseras, poco después cinturones que vendía en el colegio. Nadie de mi familia ha sido artesano antes.
¿De qué modo te inspira en tu trabajo la ciudad de Sevilla?
Sevilla es una ciudad única, no solo por su historia. Su característico olor en ciertas épocas del año, esa luz que tiene, y sus arraigadas tradiciones que potencian la continuidad de diversas artesanías.
En algunas de mis piezas puedes apreciar un guiño a la tradición Andaluza de la guarnicionería, picados, costuras, piñas, alguna costura donde puede verse el dibujo de una reja o de una montura abandonando el Real de la Feria.
De las piezas que realizáis, ¿tienes alguna que sea tu preferida?
Más que una pieza en concreto, reconozco que, lo que verdaderamente me enamora, es el desafío de iniciar un nuevo proyecto desde cero. Por tanto, mi pieza favorita ha ido cambiando con el tiempo.
El último desafío creativo fue una pieza que me pidieron para una exposición de arte. Hice lo que aparentemente era una bombonera de cuero, sin embargo, era una invitación a la reflexión: Aquella pieza era una jaula de Faraday donde al introducir el móvil todas sus señales quedaban anuladas, invitando de esta forma a comunicarnos como siempre hemos hecho los humanos y a no perdernos un detalle de este mundo que nos rodea.
La imagen desde fuera es la de un artesano con mandil, sentado en silla de anea, en un taller tradicional abarrotado de retales, pero ¿usáis herramientas modernas, digitales o informáticas para el diseño o fabricación de vuestros artículos?
La imagen es correcta, en lo sustancial el oficio no ha cambiado mucho. Sin embargo, soy muy partidario de usar todo lo que esté en nuestras manos para mejorar la artesanía. Actualmente usamos diseño en 3D para la posterior creación de piezas metálicas como hebillas, y la impresión 3D en plástico para moldes de corte.
No olvidemos las herramientas de comunicación, como redes sociales, que usamos muy activamente para transmitir la cultura de la artesanía.
Tienes una formación exhaustiva como artesano del cuero, ¿en qué medida es importante controlar el proceso de trabajo?
Hice una formación profesional de tres años en diseño y patronaje del calzado, y un pequeño curso de guarnicionería. El resto lo aprendí de manera autodidacta. Cuando empecé no había formación oficial ni nadie dispuesto a enseñar, aunque después he encontrado a muchas personas que me han ayudado y he aprendido de libros e incluso de piezas antiguas que, por medio de la observación, pueden instruir mucho.
Cuanto más se domina el oficio más cerca se está de la excelencia, no obstante, siempre mantengo viva esta máxima: “Todo por aprender, todo por descubrir, todo por hacer”.
¿Sabrías cuál es el lugar más lejano del mundo donde hay un artículo vuestro?
Tenemos muchos clientes por el mundo, pero creo que el punto más lejano es Australia.
¿Tienes alguna afición fuera de tu trabajo?
En otros tiempos fue el deporte, pero hoy mi afición principal es cocinar. Me encanta, y además es un campo donde continuamente puedes aprender.
¿Hay algún sueño que tengas por cumplir en lo personal y/o profesional?
¡Desde luego que sí! ¡Muchos! Soy una persona que sueña despierta.
Nuestro anterior protagonista, David Rivas, dejó esta pregunta en el aire: “Cómo crees que puedes mejorar o alegrar la vida de la gente con tu trabajo diario?
Tengamos en cuenta que la artesanía de excelencia no es una primera necesidad, por lo que, cuando alguien encarga o adquiere un producto de este tipo, pone toda su ilusión en ello y pretende que la persona que lo reciba también reciba esa emoción. Nuestro granito de arena está en transmitir esas emociones a través de la pieza y de un servicio a la altura de esta.
¿Cómo son vuestros cueros?
La mayor parte de nuestros cueros son 100% curtido vegetal, que es un curtido tradicional donde se utilizan taninos extraídos de la corteza del roble, la encina o la mimosa. Es el modelo más respetuoso con el medio ambiente.
Tratamos de usar cueros nacionales, sin embargo, debemos acudir a la casa Horween en Chicago para obtener nuestro cordobán, o a algunas curtiembres europeas para ciertos boxcalf.
Para nosotros es muy importante tener una visión amplia de la conciencia ecológica y sostenible. Consumir productos “hechos para durar” es sin duda una filosofía contra el consumismo inconsciente, que tanto daño hace al medio ambiente.
Por otra parte, realizar un producto de excelencia nos impide aprovechar las pieles totalmente, por eso, el deshecho no se tira, sino que se comercializa por medio de un distribuidor.
¿Cómo ves el futuro la marroquinería andaluza?
La marroquinería andaluza goza de mejor salud que nunca. Es reconocida a nivel mundial por su calidad y es de justicia reconocer que el pueblo de Ubrique y sus artesanos son en gran medida responsables de esta buena fama.
También quisiera denunciar que algunas empresas españolas comercializan productos de terceros países disfrazándolos de españoles, y esto va en detrimento de esa buena reputación lograda con tanto esfuerzo.
¿Nos puedes dejar una pregunta para que la responda el siguiente protagonista?
Claro, ¿Consideras que te has dedicado a esto por vocación?