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María José Rubio – Historiadora y Escritora

Es difícil hoy en día -a pesar de las opciones que otorga la globalización, internet, las redes sociales, la variedad de oportunidades y la disponibilidad de cualquier cosa muy rápido – encontrar un “Leonardo da Vinci” moderno que desarrolle funciones muy dispares, materias extremadamente separadas por técnica y práctica. Pero más fácil resulta ver cómo, dentro de un mismo campo, todavía quedan personas, que consiguen tal diversificación y de tal calidad que, obviamente nos admiran con sus resultados.

Es el caso de nuestra protagonista, María José Rubio, una humanista que lleva el campo de la comunicación a su máxima expresión. Lo mismo escribe libros históricos que divulga cultura e historia en un podcast. Entra por la puerta de una biblioteca y sale por la de un archivo, con una nueva pieza de investigación. Del mismo modo imparte una charla sobre desarrollo humano que una conferencia sobre un personaje histórico. Igual que cuenta historias en radio, engancha contando vidas en la televisión… Sus “letras” están en museos, documentales y revistas especializadas. Habla, escribe, enseña, comparte. Y todo lo que hace engancha de alguna manera.

María José Rubio

Su novela “El cerrajero del Rey” fue galardonada con el Premio de Novela Histórica Ciudad de Cartagena en 2012, el mismo año en que fue nombrada académica por la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias históricas de Toledo. Hoy, María José nos cuenta un poco más de su mundo:

Hola María José. ¿Recuerdas el momento en que decidiste dedicarte a las “letras”?

Sí, de niña, cuando en la biblioteca de mis padres descubrí Lo que el viento se llevó de Margaret Mitchell, en edición original. Era un regalo dedicado de mi padre a mi madre, cuando eran novios. Lo leí con 15 años. Después vi la película. Me fascinó. Decidí que dedicaría mi vida a recomponer mundos, historias, personajes, con esa misma épica emocionante.

Naciste, vives y trabajas en Madrid. ¿Con qué personaje histórico te irías de cañas, y por qué barrio de la capital?

Me iría de cañas por el barrio de Salamanca con su propio fundador, José de Salamanca y Mayol, marqués de Salamanca, un hombre carismático, culto, audaz, visionario, emprendedor – un poco canalla también-; sin duda uno de los personajes más interesantes de la España del s. XIX, que transformó la ciudad e impulsó económicamente al país. Me encantaría conversar con él.

Si tenemos en cuenta lo que glù entiende por “artesanía” ¿Podemos aplicar el vocablo a algún proceso de tu trabajo?

El proceso de mi trabajo cultural tiene mucho que ver con la artesanía. Escribir libros como los que yo escribo pasa por la vocación, la pasión, el trabajo metódico y cuidadoso, el amor por la excelencia y la belleza del resultado, que trasciende al propio producto en sí. Es una “artesanía intelectual”, en la que para un resultado excelente no hay atajos posibles, sino el cuidadoso recorrido por todos los procesos que exige algo bien hecho.

¿Tienes alguna institución cultural que te atraiga más que otra, o que te parezca más acogedora?

El Palacio Real de Madrid y el Museo del Prado. Son la Historia de España, la imagen excelsa de otra asociación imbatible: el poder y la cultura. El arte como imagen, marca personal y “santo y seña” del poder. Se aprende mucho de su visita y su historia en el contexto de esta asociación.

¿Cuál es tu recoveco favorito de Madrid?

La plaza de Oriente, con otro gran binomio: el Palacio Real y el Teatro Real. Dos grandes escenarios frente a frente en sus fachadas: uno es escenario de vida real, el otro de ficción. ¿Cuál es cuál? Es un juego muy literario. Vivo cerca y paso por allí casi a diario. Me inspira muchísimo.    

Y, ¿tu rincón preferido del mundo de la comunicación?

El proceso de investigación de un libro es para mí, siempre, un paraíso. Decía Abraham Lincoln que si le dieran 6 horas para cortar un árbol, pasaría las 4 primeras afilando el hacha. Pues igual yo, el 70% del tiempo de escritura de un libro se lo dedico a la investigación. Después de eso, la parte literaria viene rodada, segura, inspirada. También disfruto muchísimo del regalo posterior que es la comunicación en medios y el compartir(me) con quien siente interés por lo mismo. 

Siendo historiadora, escritora y filósofa, seguro que puedes expresar con certeras palabras qué sientes cuando tu trabajo se ve reconocido de forma efectiva. ¿Nos cuentas?

Para todo “creador” en el mundo de la Cultura, el reconocimiento a tu trabajo es el alimento del alma; es lo que le da sentido a tu vocación, dedicación y esfuerzo. En tu trabajo vuelcas tu vida, tu persona entera, tu mente y corazón; tu proyecto vital. Por eso, la plenitud que se siente con un reconocimiento efectivo es inmensa. A veces es un premio; pero otras veces son palabras bonitas y agradecidas de un lector, o un alumno, que tienen incluso más valor, porque el premio es el bien que haces a otras personas.    

¿Tienes aficiones fuera de tu trabajo?

Yo no distingo entre “trabajo” y “vida”, entre “dentro” y “fuera”. Todo forma parte de mi proyecto vital, y yo soy siempre la misma, escribiendo, enseñando, viajando, o haciendo deporte y manualidades. Todo lo que ofrece bien y belleza me encanta y me interesa. Eso sí, irremediablemente busco que la cultura impregne cualquier cosa que hago.

Nuestro anterior protagonista, OXIA Cycles, dejó esta pregunta en el aire: “Si tuvieras la opción de viajar a tu pasado, ¿Qué te dirías?”

Me diría: «Tienes un tesoro de vocación y misión entre manos… y lo sabes. ¡Dale caña!»

¿Cuál es el trabajo al que actualmente dedicas más tiempo?

Como historiadora-escritora, reparto mi tiempo en una triada: investigación y escritura; conferencias, clases y eventos culturales; y colaboración en medios (TV, radio y podcast). Todos se enriquecen unos de otros, y en todos busco dejar huella, impacto, permanencia, autoridad.

¿Cuál es el lugar más lejano o exótico al que has viajado por compromisos profesionales?

Últimamente a los archivos pequeños y locales de Norwich (Inglaterra) y Nantes (Francia) porque atesoran una parte interesante de la Historia de España, que pronto contaré en un libro…

¿De qué “hijo” profesional guardas un recuerdo inolvidable?

Sin duda, de la biografía sobre la Infanta Isabel de Borbón, “La Chata”. Impresionante el recorrido profesional que me ha permitido ese libro y la resonancia que sigue teniendo. También la creación de la “Sociedad Bicentenario General Prim 2014”, que dirigí. Me enseñó cosas muy interesantes y dolorosas sobre los peligros de la ignorancia, la incultura y la manipulación de la historia en los medios de comunicación.

¿Utilizas libro electrónico?

Solo para investigar. Es una gran herramienta para la investigación porque da acceso a un mundo de información mundial impresionante.

¿Te podemos pedir que nos dejes una pregunta para que la responda nuestro siguiente protagonista?

¡Claro que sí!: ¿Qué valores crees que transmites con tu dedicación profesional?

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