The Artist, Grand Hotel of Art
Un hotel es algo más que un edificio con camas. Hoy día, en la tarea hospedadora confluyen muchos aspectos que los diferentes tipos de clientes demandan y a las que hay que ofrecer soluciones: dormir, celebrar, reunir, relajar, informar, servir, comer, beber, disfrutar, acoger, ayudar… Manejar una institución con tantos departamentos es una labor casi “artesanal”, justo el matiz donde glù pone sus ojos.
En Bilbao, el boato hotelero se concentra bien en The Artist, Grand Hotel of Art*****, un edificio en el que se cosen a mano sus actividades. Desde el espacio, cuyos detalles artísticos son más que un mero ornato, hasta cada experiencia ofrecida.
The Artist, Grand Hotel of Art (Bilbao)
Situado frente al Museo Guggenheim, la incesante la entrada y salida de huéspedes foráneos y residentes de paso, nos informa de que el propio hotel habla con Bilbao. Una impresionante azotea, un bistró a pie de calle, y un exclusivo lobby bar conversan, cada uno a su manera, con el museo y la ciudad.
Entrevistamos a Erik García, responsable de Marketing del hotel, que nos cuenta un poco más acerca de su vida y su labor en este excepcional alojamiento:
Hola Erik, ¿Hubo algún momento exacto en el que decidiste dedicarte al marketing o a la gestión hotelera?
Antes de la universidad, la publicidad y la estrategia ya me apasionaban. Me intrigaba la forma en la que se podían conectar productos o servicios con ese lado más sentimental del consumidor. Veía todos los festivales publicitarios que podía y con cada spot crecían mis ganas de dedicarme al sector.
Me ofrecieron liderar el proyecto de rebranding para The Artist y no pude rechazar la oportunidad. Gracias a rodearme un equipo formidable como es el del hotel, estoy muy orgulloso del resultado y muy contento con mi inserción en este sector, con muchísimas posibilidades y margen creativo.
¿Hay algún rincón de The Artist donde te encuentres mejor?
El ambiente en la oficina es formidable, la calidad humana entre compañeros es alucinante tanto a nivel profesional como social, algo que se extiende a través de todos los puestos del hotel. Los diferentes perfiles que integran el equipo del hotel desbordan eficiencia y diligencia.
Pero tengo un pequeño retiro en el hotel al que le he cogido cierto cariño. El lobby bar (Sixty One), donde a veces tengo mis reuniones, un lugar acogedor, con mucho encanto y estilo y dónde poder concentrarse o mantener una conversación importante.
¿Podemos atribuir la palabra “sostenibilidad” a algún aspecto del hotel?
En The Artist cada vez estamos más concienciados con este concepto y lo estamos trasladando a todos los aspectos posibles que estén en nuestras manos. Por ejemplo, en la cocina, los productos que utilizamos son “farm-to-table” y proveedores km 0.
Creemos que, con ciertas acciones, podremos contribuir a mejorar la vida en el planeta, por eso, concienciamos a nuestros huéspedes de la importancia del ahorro energético y de agua, utilizamos siempre materiales reciclables y reutilizables y disponemos de puntos de carga para vehículos eléctricos en nuestro aparcamiento.
¿Tienes alguna afición fuera de tu trabajo?
Sí. Cuando tengo tiempo y la climatología me lo permite, salgo a remar con el kayak. Eso me transmite paz y tranquilidad y me permite conectar conmigo mismo y con la naturaleza. También me apasiona la nieve y, en cuanto puedo, me escapo con mi familia a disfrutar de la montaña y del esquí.
¿Qué es lo que más valoras en la gestión hotelera?
La creación de experiencias auténticas y memorables para los huéspedes. Cada detalle debe estar orientado a superar sus expectativas, desde el diseño del espacio hasta el servicio personalizado. La atención al detalle y la capacidad de adaptarse a las necesidades cambiantes de los viajeros son cruciales para mantenerse relevante en un mercado tan competitivo.
¿Cuál es la parte más complicada de tu trabajo como Marketing Manager?
Es fácil caer en la tentación de seguir tendencias pasajeras, pero mi reto es asegurarme de que cada campaña y acción de marketing refleje nuestra identidad única sin diluir lo que nos hace especiales.
El hotel The Artist es el medio perfecto para disfrutar de la ciudad y de la región, pero en nuestro discurso buscamos algo más, trabajar el ‘inbound marketing’ para que nuestros clientes no se vayan sólo con el recuerdo de una estancia sino el de una experiencia.
Como siempre, nuestro anterior protagonista, en este caso Bodega F. Schatz , dejó una pregunta en el aire. Es esta: ¿Qué aporta tu trabajo a tu entorno o a ti mismo? ¿Has querido cambiar algo y lo has conseguido?
Sobre todo, me aporta organización, ilusión y dedicación. En tiempos en los que cualquier distracción parece mejor que asumir una responsabilidad o deber, creo que es muy importante mantener ágil la mente, con nuevos retos y superaciones. Quizá sin darme cuenta, a lo largo de todos estos años he ido cambiando inconscientemente, pero estoy seguro de que es una evolución positiva. Acostumbro a marcarme unos objetivos y no plantearme ninguno nuevo hasta conseguirlos.
Brevemente, y siempre en el contexto de The Artist, ¿Qué te dicen las palabras “huésped”, “gobernanta”, “recepcionista”, “camarero” …?
Me catapultan directamente hacia caras familiares, personas maravillosas y con carisma, cercanía y una sonrisa a media mañana. Un huésped que me relata su estancia, o Sandra, nuestra concierge saludándonos con un gesto mientras asesora a unos nuevos huéspedes.
¿Con qué histórico viajero te hubiera gustado tomar algo en el lobby bar del hotel?
Sin duda, me habría encantado compartir una charla con Ernest Hemingway. Su fascinación por el país y su habilidad para captar la esencia de los lugares que visitaba lo habrían convertido en un compañero de conversación óptimo, especialmente en un entorno con la ambientación y coctelería de nuestro lobby bar.
¿Qué significa para ti la expresión “hotel de autor”?
Mucho más que un lugar para dormir. Es mimo, cuidado y dedicación hacia el huésped. Cada elemento, desde la arquitectura hasta el servicio, está cuidadosamente estudiado para ofrecer una experiencia memorable y cercana. En The Artist Hotel Bilbao somos una gran familia que coopera, trabaja junta y da mucha importancia al ‘feedback’ de cada cliente para seguir mejorando.
¿Si el Museo Guggenheim hablara, qué diría acerca de The Artist?
Estoy seguro de que The Artist es el compañero de viaje idóneo para el museo Guggenheim, en gran parte porque nos encargamos específicamente de guardar esa dualidad entre arte y ciudad.
Compartimos una visión de vanguardia, donde el arte y el diseño se funden para ofrecer algo más que un simple edificio al que fotografiar: una experiencia sensorial que desafía las expectativas y celebra la creatividad en todas sus formas.
¿Te puedo pedir que nos dejes una pregunta para el siguiente protagonista?
Claro. Si pudieras colaborar en un proyecto con cualquier figura histórica o contemporánea, ¿a quién elegirías y por qué?